Dialogando con mi Corazón

Yo digo “basta”, pero dentro de mí dices “un poco más…” Yo digo “no soporto”, pero dentro de mí dices “mantén la calma…”
Yo digo “esto se terminó”, pero dentro mío dices “una oportunidad más…”
Algo en mí sigue aferrado y no quiere soltarlo, ese algo no encuentra paz, ni comprensión, ni amor a su lado, pero no le afecta, se mantiene firme, se ve fuerte y alegre, pero se desmorona por dentro y un mar de lágrimas lo ahoga.
Por qué le da tanto miedo su ausencia si ya está solo aunque lo tenga, por qué no se atreve a expresarle lo que verdaderamente siente sino tiene nada que perder, hay tantos “por qué” que ni él sabe lo que quiere.
A ti te pregunto corazón, ¿qué te está ocurriendo?, él ya no es lo que era ni lo que vos querías, en sus ojos se apagó esa llama y tú lo sabes porque nada en su mirada te enciende. Sólo te provoca dolor y cuando ya no puedes disimularlo y eres tan evidente, él no acude a ti para consolarte, al contrario, sólo pronuncia unas míseras palabras cómo la tan usual “no sé qué decirte…”, y tú lo soportas, soportas, soportas, soportas y soportas… . A caso, esta maldita rutina, ¿ya no te cansó?, porque yo estoy harta de verte tan débil frente a él, tan desolado y tan CALLADO!!!!!!!.
Lo que tú querías desapareció, ya no existe, se esfumó; sólo quedó un envase vacío. No debes insistir en lo que no tiene retorno, no pierdas tiempo esperando ver agua en medio del desierto porque lo único que lograrás es una alucinación, ve lo que hay frente a tus ojos y no lo que quieres ver, acepta la realidad y suelta el pasado.
Por favor, hazlo por mí, porque esto ya no es una historia de amor es una maldita comedia dramática sin final.
Espero que lo que te dije te sirva de algo, no pienses que esto fue un sermón, sólo es un consejo de alguien que ve las cosas desde afuera pero, al mismo tiempo, las vive en carne propia…