Aroma a Mí: Martes 13

jueves, marzo 15, 2007

Martes 13

Los mitos, las creencias, la superstición, es sólo eso, invenciones que nuestra mente estimula para poder provocar un poco de misticismo a esta vida de razonamiento, análisis y ciencia.
No digo que no crea en lo inexplicable, como dicen “de que las hay las hay”, pero he comprobado que esta fecha sombría me mostró su lado claro; un poco de luz, que me hacía falta, reflejó mis ojos y mi cara se iluminó.
La lluvia y el granizo adornaron este martes 13 de marzo para anunciar la aproximación del otoño. Un día inaudito para este desértico San Juan.
Y todo ¿por qué?, la respuesta es sencilla, para un día insólito qué mejor que un hecho que concuerde.
Su voz se hizo presente a las 20.45, en la clase de pedagogía, a través del celular que no paraba de anunciar su nombre en la pantalla. Algo vibraba, no era el teléfono precisamente, sino mi corazón.
Una laguna inundó mi mente, una sábana blanca la cubrió al percatarse que las letras que observaba en la pantalla ensamblaban una bella palabra, su nombre…
Y así, todo mi cuerpo quedó suspendido en la nada, mi mente anulada por completo, pero mis sentimientos no se acobardaron y tomaron las riendas de la situación.
Cuando los sentidos reaccionaron pude escuchar lo que por tres años esperé con ansias, su voz, sus palabras, la melodía que no acariciaba mis oídos desde hacía tanto tiempo.
Aunque las cosas no salieron como yo había planeado, un granito de arena pudo llenar este desierto y revivir la esperanza que, por un momento, se desplomó en mis brazos.
La ilusión será la justa y necesaria, no habrá demás; la esperanza se mantendrá firme pero siempre alerta a cualquier desilusión; y mi amor totalmente expuesto a contagiarse de felicidad.
Gracias por escoger este día, diste la prueba precisa para defenderlo de los prejuicios sociales.
Gracias por la noche húmeda, tu llamado, mejor que un rito indio, provocó la lluvia y hasta el granizo. Tendrías que llamar más seguido.
Gracias por darme esperanzas, para mí es un punto más en el tejido de nuestra historia.
Gracias…, lucharé





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